Ciclidos del Rift: Género Melanochromis

Como buen Mbuna, el hábitat natural del Melanochromis son las zonas rocosas del lago Malawi, donde pasa la mayor parte del tiempo alimentándose de las algas que tapizan las rocas, a profundidades de entre 10 a 20 metros y en zonas de acantilados y litoral rocoso del lago moviéndose en profundidades comprendidas entre las orillas y hasta los 40 metros.

En todo el género Melanochromis predomina el azul oscuro en los machos, atravesados por tres franjas horizontales que pueden ser blancas o azul claro. También pueden presentar barras verticales del mismo azul oscuro del cuerpo. Algunos machos dominantes, como los de la especie Melanochromis auratus, son de color marrón oscuro, con una línea ancha de color blanco que se inicia detrás del ojo y alcanza la zona media de la cola atravesando todo su cuerpo. La zona situada por encima de la denominada línea lateral es de color amarillo azulado claro, casi blanca. Las hembras en cambio pueden ser completamente amarillas o anaranjadas o bien contar con algunas franjas horizontales negras un tanto difusas.

Tanto hembras como machos muestran mayor agresividad que otros cíclidos contra ejemplares de su mismo género. Son agresivos con machos de su misma especie y con especies similares a él. Los machos también pueden ser muy agresivos con hembras que no los acepten previo cortejo. No es conveniente mantenerlos con otras especies del género Melanochromis, pues con seguridad se cruzarán entre ellos provocando híbridos. Por lo general se les puede mantener en el acuario sin muchos problemas.

Los machos pueden alcanzar un tamaño de 8 -10 cm a 13 cm, hembras entre 8 - 10 cm.

Para mantener a esta especie lo ideal son acuarios a partir de 250 litros en adelante, con decoración de tipo rocosa formando cuevas y diferentes escondites para que se encuentren más seguros. El sustrato debe ser de granulometría reducida. Estos peces están muy asociados al fondo y zona media del acuario.

Son polígamos, en relación de 2 - 3 hembras o más por macho. Son incubadores bucales maternos.

Alimentación: En su hábitat natural son omnívoros, se alimentan de larvas de insectos y de pequeños invertebrados. En acuario se les puede mantener proporcionándoles una alimentación lo más variada posible: spirulina, copos, granulados, etc., sin olvidar que esta especie necesita de alimentos ricos en proteínas, por lo que será conveniente ofrecerles al menos dos veces por semana, comida viva o congelada.